La industria aeronáutica está atravesando una frontera tecnológica, y Qantas Airways no se queda atrás, y es que se encuentran organizando una serie de “vuelos fantasmas” que irían desde New York y Londres hasta Sidney, con la intención de verificar los resultados de estos vuelos largos.
Estas pruebas se realizarán con un total de 40 pasajeros y tripulantes, la mayoría de ellos trabajadores, y se mantendrán bajo una serie de evaluaciones médicas y controles con objetivo de observar su reacción ante 20 horas de vuelo continuo, antes de iniciar los servicios comerciales.
La aerolínea australiana informó que ya está en contacto con las empresas indicadas para diseñar estos aviones que serán capaces de volar mucho más lejos sin problema alguno; y aunque aún no han decidido entre un Boeing o un Airbus, en el mes de octubre comenzarán las simulaciones de este vuelo de la mano de Dreamlines – Boeing Co.
Estos aviones serían más ligeros, más rápidos, consumirían menos combustible y llevarían menos pasajeros, lo que significa tener más espacio entre cada asiento, generando así un mayor nivel de comodidad y confort para cada uno de los viajeros.
Aunque Qantas desea comercializar estos vuelos entre New York y Londres hasta Sidney a partir del año 2022, ya han anunciado otras rutas directas desde la Costa Este de Australia a destinos como Río de Janeiro, Ciudad del Cabo o París.
Hasta ahora, el vuelo comercial más largo registrado es entre la capital Catarí, Doha, y la ciudad neozelandesa de Auckland, con una duración de 17 horas y 40 minutos, el cual sería superado por el nuevo proyecto de Qantas Airways, convirtiéndolo en el vuelo más largo del mundo.
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