El 2020 fue sin duda el peor año para la industria de la aviación, desde hace muchas décadas que no se veía un decrecimiento tan abrupto en un sector que muy al contrario había ido ganando un terreno cada vez mayor. La pandemia del coronavirus ha afectado directamente a las aerolíneas en la demanda de boletos, el cierre de fronteras y restricciones de vuelo ha dejado a millones de pasajeros en tierra y adicionalmente la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Pero si aún no hemos superado la pandemia, ¿Qué podemos esperar este nuevo año del sector de la aviación? pues se prevé que esta situación se prolongue por lo menos los primeros 6 meses del año lo que se traducirá en una pérdida aproximada de 38.700 millones de dólares para el 2021. Sin embargo, el sector está a la espera de una respuesta coordinada a nivel mundial que permita facilitar los viajes, así como también la movilización de pasajeros entre países.
Por ejemplo, la Unión Europea se encuentra estudiando la posibilidad de implementar un pasaporte COVID-19 que le permitirá a los viajeros demostrar que ha recibido una protección contra el virus, además de exonerarlos de guardar cuarentena o mostrar pruebas de PCR.
Por su parte el Foro Económico Mundial, también está estudiando la idea del CommonPass, que sería la primera prueba reconocida internacionalmente de que un viajero ha dado negativo en la prueba del Coronavirus antes de tomar un vuelo.
Mientras que la IATA junto con las aerolíneas están desarrollando una aplicación que le ayude a los pasajeros a gestionar sus trámites de vuelo de forma rápida y segura, siguiendo las exigencias de los gobiernos.
Pero no todo será tan malo, se espera que para el verano del 2021 sea una gran oportunidad para las aerolíneas low cost que están trabajando en un ambiente de recuperación para aprovechar la época de verano y poder ofrecer grandes oportunidades a los viajeros.
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